MARCO HISTORICO |
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Consultando el Archivo-Histórico de la Provincia de Córdoba y antigüas mensuras de Catastro de la Provincia, resulta evidente que la Comarca de la Ciudad de Deán Funes formaba parte de una de las “Mercedes de Tierras” de la familia Cabrera, descendientes del fundador de Córdoba. Esta propiedad rural que se inicia con la Gran Encomienda de indios que se adjudicó a si mismo don Jerónimo Luis de Cabrera, hijo del fundador, llego a tener 6 leguas de radio con centro en Quilino. Como se trataba de las leguas de los conquistadores, más largas que las normales, la comarca de Deán Funes y más hacia el sur, quedaba incluida en esa Merced de tierras. Al descomponerse esa extensión en diferentes estancias ganaderas, la del sur se llamó Estancia “El Tambo”. Para el año 1.618, el Gobernador de Tucumán, Don Luis de Quiñones Osorio, concedió al Capitán Pedro Arballo de Bustamante, la merced llamada de Inti-Huasi, de 4 leguas cuadradas, con centro en el pueblo indio de Qunsiensacat, cuyos vestigios se ven a unas 2 leguas castellanas al Este de la ciudad de Deán Funes. Resultaba peligroso para los Cabrera, que habían instalado en la Estancia “El Tambo” un gran criadero de ganados, esta vecindad de la Estancia Inti-Huasi, que empezo a dedicarse a la misma lucrativa actividad, y tal debió ser la causa por la cual el Maestre de Campo Juan de Perochea solicitó en el año 1.696 al Gobernador de Tucumán, don Martín Jáuregui, que se le concediera la Merced de tierras. Le fue otorgada como lo solicitaba, y la Gobernanción, siendo propietario de las Estancias “El Tambo”, Quilino, Ischilín y Talayaco. En el año 1.717, el Presbítero Juan Francisco de Torres y Cabrera, vendió por la suma de $ 400 las cuatro leguas cuadradas de la Estancia Masayaco al Alférez Juan de Nieva y Castilla, dando la posesión de estas tierras ese mismo año al Capitán Don Tomás Montenegro. Posteriores divisiones y mensuras judiciales de estas tierras nos prueban que la aguada Masayaco coincidió con la actual ciudad de Deán Funes, y las sucesivas divisiones del siglo XVIII trajeron allí los apellidos Palomeque, Pelliza, Cejas, Vargas y otros más. La Estancia Masayaco estaba dividida en el medio y de sur a norte por el “Carril Real” al valle de Catamarca, y justamente esa carretera de gran tráfico constituía el límite entre el Departamento Ischilín y Tulumba (siglo XIX), de tal manera que la mistad Este de la actual ciudad de Deán Funes hubiera quedado en el Departamento Tulumba si no se hubiera efectuado la rectificación de límites, que precisamente ha tomado contorno Este y Norte de la Merced de Masayaco.-
El progreso de la ciudad estuvo basado en las actividades comerciales e industriales, las exportaciones agrícolas, ganaderías y los bosques aledaños, contribuyendo a ello la llegada de numerosos inmigrantes españoles, italianos, árabes, y yugoslavos, muchos de ellos estableciendo aldeas juntos a las canteras de granito, por este entonces en floreciente expansión. Alrededor del año 1.950, Deán Funes detiene su progreso acelerado, transformándola en una ciudad de andar cansino. Factor importante es la pérdida de población en municipio y en el departamento, llegándose a la total desaparición del pueblo denominado Canteras Grandes, ubicada a 8 kms. de Deán Funes. Un simple vistazo a las cifras de 1.947, año de censo, que señalan 25.458 habitantes en el Departamento Ischilín y que 23 años después, en 1.970, indican 25.150 habitantes, hablan a las claras del problema. Sobre todo si comparamos los 12.962 habitantes de 1.914 que pasaron a 25.458 en el censo de 1.947. Después de 1.970 se observa una recuperación de Deán Funes, pero dentro de límite estrechos impulsado por la importancia de su ubicación estratégicas y por obras que hacen al mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes: Ampliación del Servicio de Energía Eléctrica, Red de Gas Natural, Modernos Sistemas de Comunicaciones, Construcción de Edificios Públicos y otros. Llega año 1.991 se realiza en todo el territorio de l.a República Argentina el Censo Nacional de Población y Vivienda. Las cifras que arroja respecto de la población de Deán Funes y del Departamento Ischilín son alentadoras. En oposición a los estudios de proyección que expresaban que la ciudad tendría un crecimiento negativo, es decir, menos población que en el año 1.980, los datos señalan que demográficamente está nuevamente en vías de crecimiento. En 1.992 siguió siendo la “Perla del Norte Cordobés”, por su número de habitantes y por la inclaudicable vocación de trabajo de toda su población, a partir de ese año Deán Funes fue creciendo día a día atento que creció en red de agua potable, gas, asfalto, planes de viviendas como por ejemplo, las 45 que hoy es el Bº Juan Eugenio Martos, 48 viv. Económicas y 30viv. del Bª José Hernández y las 40 del Bº La Esquina, ambos planes se encuentran edificadas en el loteo de la Flia. de Juana Cesar, 120 viviendas construidas en terrenos de lo que era el loteo Las Jarillas y que hoy son el Bº “Cerros del Sol”, 40 viviendas en el Bº Intendente Juan Elías, 30 más que pasaron a formar parte como “Ampliación Cerros del Sol”, 40 viv. En Bº La Feria, y las últimas 40 viv. Ejecutadas en loteo contiguo al ex – matadero municipal, (hoy funcionado Cooperativa Apícola del Norte Cordobés), a esto hay que agregar las viviendas que se construyeron en forma particular, todo ello permitió la creación de nuevos barrios o la ampliación de los ya existentes. Creció en población según fue el “Censo Provincial de Población 2.008” de 20.524 a 21.561.-
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